jueves, 21 de abril de 2016

CHUAO





CHUAO
La ruta del mejor chocolate del mundo.

21 de Julio de 2013.

Para este paseo Salimos de Maracay en horas de la mañana, atravesando el encantador Parque Henri Pittier y siguiendo el camino hacia Choroní por una carretera que tiene muchas vueltas en ascenso, lo cual en ocasiones puede causar mareos e incluso descontrol en la presión arterial. Por tal razón, es necesario tomar las previsiones, llevar bolsas y algún caramelo o mandarinas que pueden ser de gran ayuda en estas circunstancias.

Es maravilloso asomarse por la ventana y ver este mágico paisaje, el verde de la floresta, el encanto de la neblina que al pasar deja paso para observar el azul del cielo y el color tierra de los valles. ¡Como no llenarse los pulmones de aire y entregarse a una sensación de frescura que vitaliza!.
Al llegar al pueblo de Choroní, en vez de seguir la ruta hacia Playa grande en puerto Colombia, nos desviamos a un pequeño puerto para tomar una lancha y llegar a Chuao, el trayecto es corto de algunos minutos y dependiendo del oleaje del mar puede ser tranquilo o no. En nuestro caso estaba en calma y llegamos sin mayor problema a la orilla.

Era un poco más de medio día, el hambre y la sed no se hicieron esperar, por lo tanto nos dirigimos hacia los kioscos al lado de la playa para degustar un pescado y unas cervezas que me supieron a gloria.    
Luego decidimos disfrutar del mar y esperar  para poder ver el hermoso efecto contraluz que se da de manera fabulosa en esa playa.
Para llegar al pueblo se debe tomar un camion, que te lleva a traves de las siembras de cacao y cruza un pequeño rio, por lo que es necesario hacerlo antes del anocher, ya que que a estas horas crece la corriente y se dificulta el paso.
Este pueblo se dedica a la producción artesanal del que para nosotros es EL MEJOR CACAO DEL MUNDO, su arquitectura es colonial, ¡como me encanta que sean los lugares que visito! y en sus calles se pueden observar las maquinas que eran usadas para este oficio.

La iglesia construida de barro es imponente, cuando fui estaba en remodelación por lo tanto no pude entrar solo observarla desde afuera, según mi visión particular solo puedes decir que conoces un pueblo Venezolano cuando visitas su iglesia principal y la plaza Bolívar.
En el patio central frente a la iglesia es donde ponen a secar las semillas de cacao. El día que fuimos estaba nublado y por lo tanto no pudimos verlas al sol, ya que este proceso es muy delicado y se puede dañar con tan solo recibir unas pocas gotas de lluvia.

Hay muchas posadas en este pueblo, la mayoría son sencillas y acogedoras, la que escogimos era agradable atendida por su dueña. En su mayoría la gente es Jovial y lucen sus cálidas sonrisas, en especial los más pequeños.
Por todas partes se pueden ver ventas de Chocolate, así como otros productos derivados del cacao, como jabones...

Yo me detuve en la plaza para darme ese pequeño gustito, luego segui recorriendo las calles del pueblo, admirando la cultura de la costa en todas partes, desde los murales en las paredes así como los tambores que desde hacía rato comenzaban a sonar.

Dejo algunas fotitos para el recuerdo.


Así luego de una animada cena y la noche en la posada, muy temprano desperte para ir a bañarme al rio y dar una vuelta por las plantaciones de Cacao.
Finalmente ya era hora de regresar asi que fuimos a la playa a esperar aboldar una lancha de regreso a Puerto Colombia, despidiendome así de este hermoso pueblo Venezolano.






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